Dejar que un tercero se ensucie las manos diciéndole a tus directores y voceros sus verdades, siempre es más fácil (y estratégico) a que lo haga el área de Comunicación, o la agencia del día a día.
Además, tristemente, hemos visto que los voceros reciben con mayor apertura los comentarios que vienen de expertos veteranos y consultores externos, que de sus equipos internos. Eso, sin contar que, como subordinados, muchas veces es complicado hacer sugerencias que puedan herir susceptibilidades del jefe (o su ego).
Incluso, cuando ya son voceros con experiencia, tienden a sentirse los masters del universo y cualquier retroalimentación que venga del equipo, aunque sea chiquitita y positiva, la desprecian o desmerecen.
Es ahí donde un entrenamiento corto (de tres horas) enfocado específicamente en voceros expertos, puede hacer la diferencia. En ETC los hacemos así: una rápida actualización de cómo están los medios con la pandemia, ocho a 10 tips mega pro sobre cómo tomar entrevistas remotas, y luego, varios simulacros rudísimos que pongan a prueba, de verdad, la capacidad del vocero.
Al final, los voceros quedan muy contentos por reconocer sus fortalezas, pero también sus áreas de oportunidad, y ¡las áreas de comunicación más!
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